Es una gran irresponsabilidad cuando se ocultan los riesgos y en qué consiste el uso de la píldora. El método, no es fiable al cien por cien, produce muchos efectos secundarios. Por lo que no se logra el efecto buscado: producir un aborto “en oculto”; los efectos secundarios pueden crear complicaciones que requieren asistencia médica. A todo esto, hay que añadir el peligro de transmisión del sida. Recientemente se ha dado a conocer la notable ineficacia antirretroviral de la llamada “píldora del día después”, así como los riesgos cancerígenos que a medio plazo produce la artificial interrupción de un proceso tan absorbente como el embarazo.
No puede haber rechazo de la muerte sin condena del aborto; no se puede sólo buscar condenar los actos criminales, la guerra y las injusticias sociales, si antes no se legisla y se defiende al que está por nacer, evitando introducir nuevas argucias y métodos para tranquilizar las conciencias. ¿Cómo se puede pronunciar alguien contra el patíbulo, contra la pólvora, contra el crimen, contra el deterioro de la naturaleza, contra la extinción de ciertos animales, si antes se ha permitido que la vida humana sea pisoteada cuando apenas inicia? La píldora del día después "transmite la imagen de un aborto fácil y sin riesgos".
tomado de: http://iglesiacr.org/principal/content/view/175/32/
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